La palabra Taekwondo proviene de los caracteres coreanos “HANJA”,
donde a cada símbolo se le atribuye una idea o significado. Podría
traducirse como "el camino del pie y el puño”
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“TAE”
significa golpear con los pies y “KWON” golpear
con las manos, ambos términos comprenden el conjunto de acciones
técnicas realizadas por el taekwondista con las piernas y los brazos;
“DO” significa camino, y es el componente
ético y filosófico de la disciplina, es lo que convierte
al Taekwondo en arte marcial (Hapkido, Aikido, Kendo, Karatedo, Judo...)
y lo diferencia de los deportes de combate (lucha, boxeo, full-contact...).
Las artes marciales surgen en Oriente (India, China, Japón, Corea...)
hace miles de años, ante la necesidad natural del hombre de defenderse
en un entorno social lleno de peligros. Influenciadas por la filosofía
y la religión, esta necesidad se tradujo no sólo
en un sistema de defensa sino también en una forma
de desarrollar íntegramente cuerpo y mente asociada al
crecimiento personal y la disciplina.
El
objetivo es doble: por un lado servir de método
para el desarrollo del autoconocimiento, autocontrol y disciplina,
por otro, estudiar un sistema de defensa personal que
pueda ser útil en caso de verdadera necesidad. Siendo consciente
de esa dualidad, ninguno de los objetivos es más importante que
el otro, y la progresión del verdadero estudiante debe
situarse en ambos planos.
Como
la misma palabra indica, arte marcial significa arte de la lucha, entendiendo
con esto no sólo el estudio de técnicas de combate, sino
que además, como arte, existe una búsqueda constante
de la máxima perfección en la ejecución
de cada movimiento.
La disciplina que conlleva este objetivo, nos ayudará a guiar el
“Do”, es decir, “el camino” o la manera
de conducir nuestra vida hacia un ideal de perfección,
reflejado en lograr el mayor nivel posible de dominio interior (mente)
y exterior (cuerpo) como una unidad, como si se tratase de dos caras de
una misma moneda. La humildad, la paciencia y el trabajo, serán
aspectos clave para conseguir superarse a uno mismo y alcanzar un paradigma
de autocontrol y equilibrio.
Cada
uno de nosotros tiene unas características personales (cualidades,
valores, intereses...) y unas circunstancias vitales (ocupación,
amigos, familia...) cambiantes a lo largo de la vida. La conjunción
de ambas va determinando nuestro “Do” particular. Por ello,
debemos de esforzarnos por buscar “nuestro propio camino”
en la vida; y por supuesto también dentro del Taekwondo.
El
Taekwondo no es una religión, pero su
finalidad y los valores que transmite nos acompañarán y
ayudarán a encauzar nuestro “camino de vida”,
promoviendo un continuo “camino” de autoconocimiento y desarrollo
personal.
La importancia del “Do” en el Taekwondo queda reflejado en
el mismo origen de la palabra que designa la sala de entrenamiento: "Dojang"
(de “Do”: camino y “Jang”: lugar).
La
filosofía del Taekwondo se basa en cinco principios de conducta
dentro y fuera del Dojang: |
CORTESÍA
(Ye Ui) |
Educación
y corrección en el trato. |
INTEGRIDAD
(Yom CHi) |
Honradez
y honestidad. |
PERSEVERANCIA
(In Nae) |
Paciencia,
humildad, esfuerzo y constancia. |
AUTOCONTROL
(Guk Gi) |
Capacidad
de autodominio y autodisciplina. |
ESPÍRITU
INDOMABLE (Baekju Boolgool)
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Espíritu
combativo y actuar sin miedo ante la injusticia. |
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